En la Calle Ramón y Cajal número 2, junto a la Catedral de Jaén, se encuentra el Palacio Cobaleda, una construcción de finales del siglo XV y principios del siglo XVI, con diversas modificaciones a través de los tiempos.
Con una fachada de buena sillería del siglo XVII edificada entre los años 1602 y 1613, por don Cristóbal de Cobaleda Nicuesa, es un ejemplo excelente de la persistencia del influjo de Vandelvira, cuando ya se había iniciado el viñolesismo académico.
La pureza de su trazado, rigurosamente italiano, con almohadillados y abovedados de gran elegancia, se une a la tradición vandelviresca por medio de
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Sobre la puerta sobresale un balcón realizado con notables elementos en piedra, a cuyos lados se sitúan dos guerreros tenantes que portan el escudo de armas apoyados sobre repisas, con blasones de los antiguos dueños del edificio.
Se entra a un espacioso zaguán y patio interior con forja del siglo XIX.
En su interior hay un oratorio barroco de 1701 que se localiza en el extremo suroeste de la segunda planta. Se trata de un espacio cuadrado cubierto con bóveda de media naranja sobre pechinas formadas por cuatro arcos de medio punto. En el mediodía se abre un vano que ilumina el interior y, en el fondo, se coloca el altar. Lo más destacable es la decoración de la media naranja y pechinas, confeccionada con estuco policromado, con temática de abigarrados frutos tropicales y una serie rítmica de rosquillas, cintas y angelotes.
El palacio, de propiedad particular, perteneciente a la familia de Bonilla y Mir, conserva interesantes piezas de arte, archivo y biblioteca.
Goza de la consideración de monumento histórico-artístico por Decreto de 25 de noviembre de 1975.